Deberíamos recibir tanto los sentimientos de compasión como de irritación con alegría. Reconocerlos y tratarlos como si fueran iguales porque ambos son nosotros mismos. La fruta que como soy yo. Las semillas que siembro, son yo. Siembro con todo mi corazón y con toda mi mente. Al ser cuidadosos, la compasión, la irritación y la planta de mostaza son igualmente sagradas. THICH NHAT HANH
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!