sábado, 21 de febrero de 2015

Segunda Noble Verdad: El Origen del Sufrimiento



El Origen del Sufrimiento I Dibujo N.Fuster

Extracto del libro “Los Orígenes del Budismo” por Denkô Mesa

¿De qué forma la conciencia nos hace libres...?  A partir de la Primera Noble Verdad como punto de partida universal: la verdad del sufrimiento, Buda indagó en las causas que pudieran originar el sufrimiento y se dió cuenta de que
el origen de éste se encuentra en la ignorancia, entendida como una ausencia de claridad, un estado en el que no vemos lo que realmente somos, en el cual vemos tan sólo la imagen que queremos ver y, por ello, sencillamente sufrimos.

He aquí una famosa historia:
"Es como si un hombre que hubiera sido herido por una flecha envenenada, habiendo corrido sus amigo y parientes a buscar al cirujano, dijera: "no quiero que me saquen esta flecha en tanto que no tenga toda la inforamción sobre la persona que me ha herido y sobre la naturaleza de la flecha que me ha traspasado; este hombre moriría antes de haber podido recibir la respuesta a sus preguntas".
Debemos profundizar, pues, en los síntomas inmediatos. Por eso, en el Budismo, no se siente necesaria la figura de ningún dios o ser externo a nosotros mismos para ayudarnos a disolver el sufrimiento. Por ello, Buda no se preocupó de indagar en la Causa Primera de Todo. El Budismo dice, únicamente, que la terminacón del samsara no es cognocible. el origen primer de los seres que, ciegos por la ignorancia y encadenados por el deseo, van errando y pasando sin fin, no puede ser descubierto.

Por ello, el Buda se dirige a los entusiastas buscadores de la verdad y les dice:

"Amigos, no os apliquéis en la vana búsqueda del origen de un pasado sin límites. La vida no es un estado, sino un proceso del devenir; es un flujo de fuerzas coo la electricidad y, de esta forma, su pasado no ha tenido comienzo. Que descendáis de un mono arbóreo terrestre, que hayáis sido creados por un Dios o por un Brahma, el nacimiento, la muerte y el sufrimiento que constituyen el equipaje de todos durante este largo viaje, no serán menos inevitables. Buscad por tanto la causa de esta rueda que abarca a toda la Humanidad, y utilizad vuestra preciosa energía en transformar esta corriente de vida en un estado apacible y sin sufrimiento, el nirvana".

Buda descubrió que la falta de armonía producida por un ser que se opone al resto de la realidad, hace que se distorsione la percepcción de la auténtica naturaleza de todo cuanto nos rodea. Es la propia individualidad la que se crea su propia ficción (ilusoria) la de ser una entidad fija e inmutable y esto genera una enorme desarmonía interna.

Si profundizamos un poco más en esto y si utilizamos, por ejemplo, las últimas investigaciones obtenidas por la Física Cuántica, o en autores como Wihem Reich, nos daremos cuenta de que todo conflicto surge por una lucha entre dos fronteras. El ego establece una frontera entre lo que está dentro y lo que está fuera y de ahí surge el drama existencial.

Así podemos observar cómo el ser humano busca crear un centro, un principio de individualización que le permita ser consciente de sí mismo, un centro gracias al cual sus movimientos no le perturben. De alguna manera, asimila lo que le interesa para crecer  rechaza otras cosas y esta polaridad existencial marca nuestra profunda insatisfacción. La vida feliz del hombre sólo surgirá cuando los dos instantes de su ser, contraccion y expansión, estén en armonía, instante tras instante. La concienca debe equilibrar la identidad con toda flexibilidad.

La ignorancia surge cuando el "ego" permanece alejado de la ley universal de la impermanencia. Ya otros pensadores coetáneos a Buda tuvieron la intuición profunda de que todo cambia constantemente. Así, lo encontramos expresado por Heráclito de Efeso: "Jamás te bañarás dos veces en las aguas de un mismo río".

El dolor nace de la resistencia, pues creemos que todo debe adaptarse a nosotros. Esta ignorancia genera una acción que en terminología budista se denomina karma, una volición, un deseo de perpetuar la existencia de este ego condicionado que se cree inmutable.

A modo de resumen podríamos describir así el proceso:
"La falta de armonía mental es la llamada ignorancia o ilusión del yo. Desde el punto de vista egocéntrico se anhela un mundo perdurable de deseo, de placeres eternos. Pero como tal cosa es imposible, esta situación termina abocando en el desengaño, el sufrimiento y la desesperación. Así, las tendencias mentales que están condicionadas por la ilusión de la identidad del egoismo, dan lugar a una conciencia  y a un organismo psicofísico que utiliza sus sentidos como instrumentos del deseo. En la medida en que este deseo es satisfecho aparece el apego, en caso contrario, el rechazo. Es el apego a esta forma de vida el que nos lleva a reproducirlas una y otra vez. Esa es la ley del karma, es nuestra voluntad, nuestro deseo ardiente, el que crea el mundo en el que vivimos y el organismo que le corresponde."
Como vemos, lo fundamental está en la ignorancia, sin embargo, esta cadena puede ser rota al anular cualquiera de los eslabones. Existe la libertad de este encadenamiento kármico, la posibilidad de conseguir la liberación del sufrimiento y esto es lo que experimentó Sakiamuni.

Nuestra capacidad de ser conscientes nos permite variar esta ley kármica anteriormente expresada puesto que cuanto más conscientes seamos de los obstáculos que nos impiden ser felices, más libres estaremos de dejarlos salir, LA CONCIENCIA NOS HACE LIBRES.
 

Los seres vivos estamos en proceso de transformación y no tenemos principio ni fin, somo unidades en continuidad. Las leyes mecánicas sólo son aplicables a las cosas intertes y a las unidades mentales, no a los seres vivos. Gracias a la meditación podemos ralentizar el tiempo, el devenir,  para así poder tomar conciencia de cómo están entrelazados los doce eslabones de esta cadena del ser y liberarnos del sufrimiento.

Al principio éramos Uno con el Todo, Realidad, Dios (o como lo quieran llamar). Al separarnos del Todo y adherirnos a  un yo, nos sentimos culpables, pecadores y dictamos sentencia sobre nosotros mismos, nos castigamos, sufrimos, pero pensamos que no somos las causa de nuestro propio dolor o sufrimiento; siempre buscamos culpables fuera, proyectamos. 

Cuanto más desarrollemos el significado del "yo o ego" más sentimiento de culpabilidad sentiremos. Pero en realidad, esto no es mas que una ilusión pues nunca nos hemos separada del Todo. El agua límpia y pura, la puerta del nirvana existe en nuestra propia mente y esto es lo que trasmitió el Buda.

La misma esencia de la vida es el cambio mientra que la esencia del apego es el conservar, estabilizar e impedir el cambio. Es por ello que el cambio se nos presenta como sufrimiento. No es, por tanto, el mundo ni su transitoriedad la causa de nuestro sufrimiento sino nuetra actitud, nuestro apego, nuestra sed de seguir siendo, nuestra ignorancia definitiva.

Así pues, avidya, no puede ser considerada como la causa primera de la existencia , sino como la condición bajo la cual se desarrolla nuestra vida presente.

Buda realizó anatman, esto es la "ausencia del ego o de si mismo", disolviéndo así la cadena de los doce eslabones interdependientes.

Fuente: “Los Orígenes del Budismo” Denkô Mesa  Miraguano Ediciones. 




Ideas Claves: 

  • El origen del sufrimiento se encuentra en la ignorancia, entendida como una ausencia de claridad, un estado en el que no vemos lo que realmente somos, en el cual vemos tan sólo la imagen que queremos ver y,  por ello, sencillamente sufrimos.
  • El ego establece una frontera entre lo que está dentro y lo que está fuera y de ahí surge el drama existencial. 
  • La ignorancia surge cuando el "ego" permanece alejado de la ley universal de la impermanencia.
  • La misma esencia de la vida es el cambio mientra que la esencia del apego es el conservar, estabilizar e impedir el cambio.
  • El dolor nace de la resistencia, pues creemos que todo debe adaptarse a nosotros.
  • La falta de armonía mental es la llamada ignorancia o ilusión del yo. Desde el punto de vista egocéntrico se anhela un mundo perdurable de deseo y placeres eternos. Pero como tal cosa es imposible, esta situación termina abocando en el desengaño, el sufrimiento y la desesperación. 
  • La Conciencia nos hace Libres.
  • Gracias a la meditación podemos ralentizar el tiempo, el devenir,  para así poder tomar conciencia de cómo están entrelazados los doce eslabones de esta cadena del ser y liberarnos del sufrimiento.
  • La vida feliz del hombre sólo surgirá cuando los dos instantes de su ser, contraccion y expansión, estén en armonía, instante tras instante. La concienca debe equilibrar la identidad con toda flexibilidad. 

Para reflexionar:   
  • ¿Qué opinas sobre lo que dice el texto "cuanto más conscientes seamos de los obstáculos que nos impiden ser felices, más libres estaremos de dejarlos salir, LA CONCIENCIA NOS HACE LIBRES"?
  • ¿De qué forma la conciencia nos hace libres, se te ocurre algún ejemplo...?
  • ¿Cómo crees que la meditación puede ayudarnos en esta tarea?


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