martes, 20 de enero de 2015

El Poder Curativo de La Mente



Aquí os dejamos algunas de las ideas de este irresistible libro que ya conocéis la mayoría de los que leéis este blog, pero por si alguno aún no ha llegado hasta el final y para que no dejéis de hacerlo...;)



 El «yo» es un concepto fabricado por la mente simple, no por la verdadera naturaleza de la mente. El apego al yo, la dependencia de él es la raíz de los trastornos mentales y emocionales, la causa de todos nuestros sufrimientos.

El sufrimiento lo causa algo que nuestra mente está haciendo antes incluso de que lleguemos a mostrar algún comportamiento torpe o problemático, o a realizar algún discurso agresivo; antes de que nos veamos sumidos en el sufrimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte, de los que no puede librarse ningún ser humano. El budismo atribuye todos los problemas al hecho de aferrarse al yo.

La clave del bienestar consiste en aceptar las cosas sin culpar a otros. Ése es el poder benéfico de la mente.

La mente tiene el poder de remediar el dolor y generar placer. Si empleamos ese poder combinado con una forma de vida correcta, una actitud positiva y la meditación, podemos curar no sólo las aflicciones mentales y emocionales, sino también los trastornos físicos.


Cuando nos aferramos a los deseos y las preocupaciones con toda nuestra energía sólo conseguimos crear tensión nerviosa y agotamiento. Adoptando la actitud que los budistas llaman «despegarse del yo» podemos abrirnos a nuestra verdadera naturaleza, apacible e iluminada

Tres pasos básicos son fundamentales para alcanzar el bienestar:  reconocer las dificultades y el sufrimiento, abrirse a ellos y cultivar una actitud positiva.


Si somos capaces de aprender a estar más satisfechos con todo lo que hacemos, las otras ventajas vendrán por sí solas.

 El texto principal de la medicina tibetana son los Cuatro Tantras (Gyud zhi), que los tibetanos consideran un terma (revelación mística) descubierto por Trawa Ngonshey en el siglo XI. Según esos textos ancestrales, la raíz de todas las enfermedades de la mente y el cuerpo es el apego al yo. Los venenos que destila la mente como consecuencia de ese apego son la ignorancia, la aversión y el deseo.

 Las enfermedades físicas se dividen en tres grandes grupos:
  1. La falta de armonía del viento o energía, que generalmente se centra en la parte inferior del cuerpo y es de naturaleza fría; su causa es el deseo.
  2. La falta de armonía de la bilis, que suele situarse en la parte superior del cuerpo y es caliente; su causa es la aversión.
  3. La falta de armonía de la flema, que se concentra en la cabeza y es de naturaleza fría; su causa es la ignorancia.

Estas tres categorías, deseo, ignorancia y aversión, así como las temperaturas asociadas a ellas, todavía pueden ser muy útiles hoy en día para determinar qué ejercicios de meditación resultan más convenientes, según la naturaleza y el estado emocional de cada individuo.

Según la medicina tibetana, el mejor método para conseguir una buena salud física y mental consiste en llevar una vida apacible, libre de aflicciones emocionales, y combatir el apego al yo.


Extracto del libro : El Poder Curativo de La Mente por Tulku Thondup

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